sábado, 25 de julio de 2009

viajando

Estamos a salvo, del alcohol, las drogas, las putas, y el amor. Mis ladridos al cielo no se escuchan, ni mi desesperación al suelo. No hay nadie que me escuche, no hay personas, solo gente. No me queda nada, más que un techo de pared blanca, que me golpea cada vez que me despierto.
Hoy duelen por tres o cuatro veces que el paracaidas no haya funcionado, que todavia este esperando en la parada del colectivo, con alguien que no llegará. Una respuesta, una excusa, que pueda darme un poco de aire para inventar. Nada, nada. Y así, triste solo, con sabor, tivio, a despedida, me falto verdaderamente una. Mañana esperaré despertar pensado que todo esto tal vez fue, solo un sueño. Ponerme el traje, el abrigo, de otra persona, sin las anclas y las piedras que desgarran mi espalda. Irme, apagando, cada una de las luces, viendo cosas que tal vez jamás volveré a ver, buscandome en el espejo azul del baño. Y mañana, tratar de no sangrar por la herida, por los mounstros y fantasmas que ataquen a mi cabeza, en mis sueños, por esta puerta que les deje abierta, mi tristeza.

domingo, 19 de julio de 2009

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Hay, hay algo más por lo que luchar? alguién? si somos simplemente, seres humanos, personas, de distinto color, distintas formas, pero aún personas. O será que inventamos a esa persona, ese
sentimiento que calificamos como el amor para llenar un vacio que nada ni nadie pueden hacerlo?
Soportamos, convivimos, aunque no lo querramos así, pero para poder seguir con eso. No será, que la mente nos juega una mala pasada? Nos invita a un lugar, un momento, una reacción, a que ocurrá lo que quiere que pase, a encerrarnos en esa burbuja, que ella mismo hace, y nos produce reacciones extrañas, para nosotros, un tanto impredecibles, como mariposas en la panza. Será, que necesitamos calor, un hombro, un oido, morir alguna noche y volver a nacer con su voz. También la manera que tenemos de desperdiciar las cosas, de hacerlas más complicadas, de no valorar eso que tenemos al lado, que es nuestro, hasta que nos damos cuenta de todo, desgraciadamente a veces, cuando es tarde. En echar a perder tiempo por discusiones sin sentido, enojos y recriminaciones sin ningun final. Todo, todo ese tiempo que pudimos haberlo empleado en crearle un corazón de rosas, optamos por retar a la tormenta, a ver quien puede renegar más. A veces, a veces, uno se pierde, y su suerte ya esta echada. Por algun motivo del destino, él te puso a prueba, a ver si crees en los cambios, en la suerte, en comfiar que tratando, se llega. Pero también a veces, cambian las cosas. Se pierde, y se pierde por otra ruta que nunca deberia haber tomado, que miro la señal y siguio de largo, a veces, pasa. Y nada es lo que era, ya no soy sueños en el jardin ni alcohol en la habitación. No hay cita bajo la lluvia ni abrazos indispensables. Y seguiré mi camino, con otra luz, otra noche, como tú. Miraremos al cielo, y preguntaremos que hubiera sido, si todo fuera como ayer, como lo fue algun día, como lo quizimos siempre. ¡Y quien sabe! Si después, nos encontraremos, nos diriamos mil cosas a los ojos, con la mirada, con el suspiro de las pocas palabras que prometeriamos en ese momento, con el calor que nos asecha y no deja de juntar nuestros cuerpos, no deja ni volar una gota de aire. Y así, fue cuando desperte de mi sueño. Solo un sueño..