domingo, 21 de febrero de 2010

quiero escribir pero no puedo, no puedo. Tengo el corazón maltrecho.
El suspiro de mi alma decide cambiar de aire y sumarse a la multitud que habita
allí arriba, en el momento que todo cambia.

sábado, 20 de febrero de 2010




Tu eres tu? ¿O tu eres yo? ¿Eres el hombre que soñó con ser una araña? ¿O eres la araña que soñó con ser un hombre? ¿Eres tu el uno...? ¿...o eres El Otro?"

miércoles, 17 de febrero de 2010

Capitulo 1 parte III : allí?

Hay días que en lo que uno sueña con volar, con recorrer por ensima de todos los paisajes, todas las personas, vivir y sentir el viento limpiar cada parte insufrible de nuestra piel, de nuestra alma. No muchas veces uno experimenta una situación así. Masivamente se dice que ocurre, cuando ya estás del otro lado (o casí). Ver a esos amigos que ya hace mucho se han marchado, o los que hace poco habian llegado. A esas personas que por alguna cuestión de la vida que nunca entenderemos, llegamos a conocer. A esas personas mitologicas que derrochan admiración al escucharlas, y entender que son también, simplemente, personas. Que bello este lugar, que tranquilidad, que paz,¿porqué no eh venido aquí antes?¿Habrá algo importante allí que hacia quedarme?¿Habrá algo realmente importante que queria que me quede?Son preguntas, un conjunto de silabas, palabras que en la gran parte de los casos tienen la respuesta, cuando el tiempo ya es demasiado tarde. Demasiado tarde para cambiar, para ser otra cosa, para intentar ser otra cosa. Alguien me espera? alguien me llorá alla abajo? alguien espera que despierte? o ya estaré muerto? Tantos interrogantes que no dejan libre a mi cabeza, a mis pensamientos, que ni siquiera se donde mierda estoy ahora.
Ahi algo en ella, ahi algo,¿no? Algo que no deja que terminé de analizarla, de entenderla. Algo en su manera de ver, en su personalidad destajadora, en su perfume, en su pelo, en sus ojos..no, no te desvies. Pero Dios, ¿qué es que no puedo verlo? Espero saberlo para cuando no sea demasiado tarde.


When I was kid I thought
Wanted all the things that haven't want
Oh but I learned the hardest way
Then I realized what it took

Tell the difference between thieves and crooks
Lesson learned between me and you

viernes, 12 de febrero de 2010

Capitulo 1 : parte II : Oscurecio.

Abria sus ojos, y otra vez relampagueaba a su ventana la luz del sol. Era la época que los arboles adornaban con sus flores el paisaje azul, con la melodía de los canarios a la madrugada. Como cada día de sus rutinarios días, se levantaba, tomaba una despejante ducha fría con una radio como banda sonora, él haciendo playback bailando ridículamente mientras el agua lo bañaba. Tomaba el mismo bus de siempre, pero con distintos personajes de reparto. Y en cambio que cualquier otro día, paro en aquella cafetería, en aquel bar para, sin saberlo ni esperarlo, cambiar su vida, su destino.


Y así salio, cavisbajo, con una sonrisa frustante y acomodando su morral, de modo tal que le produzca el menos peso, pareciendo como si en ese peso, estaría cargando su alma. Al pasar por las calles no podía entender lo sucedió, el que dijo mal, lo que no dijo, o que fue realmente lo que paso, porque no podía entenderlo. Sin música, sin hablar, su cabeza estaba tres pasos más adelante, o tal vez cinco. Estaba confundido, al no entender al destino, al porque le sucede esto, al no saber que hacer para tratar de no morir de maldad, de no teñir de oscuridad su vida. Simplemente, no entendía como funcionaba el mundo mientras esperaba el semáforo. Caminando por la senda peatonal, vio como una niña con rizos dorados compartía un helado con su mamá, jugaba y hasta se largaba a llorar al caerse la bocha accidentalmente. La madre, como toda mamá responsable por su hija, la agarró y apretó fuerte mente, dándole besos en su cabeza, diciéndole que todo estaba bien, que ella la cuidaría, y que ningún moustro la iba a molestar en este mundo..
En el preciso momento que miraba a la madre con la niña, sintió un hormigueo en la nuca, en los hombros, algo que ocurría. Sintió como se paralizaba el mundo, la calle, la madre y la hija, como las nubes paraban y la gente también. No entendió que ocurría, sencillamente, todo había parado. Él tampoco podía moverse, fue como que el escritor decidió tomarse un descanso.


En ese momento, pensó en todo lo que había ocurrido en el transcurso del día, otro como todos los demás, en su casa, en el ómnibus, excepto por aquel bar, todo fue como siempre.. De un instante a otro, sintió levemente como todo volvía a moverse, como su cuerpo giraba y ese cosquilleo cada vez estaba más presente, que casi lo sentía en las entrañas, y en el alma. Algo no andaba bien, algo le hacia sentir que hoy no sería un día como los demás.
Sus rodillas se estremecían, y ya casi con el cuerpo girado, sus piernas empezaron a temblar, en ese segundo. Drasticamente, su cara cambio, el terror lo agobiaba y se dio cuenta del porque de todo lo ocurrido.
A no más de 20 cm, con aún todo demasiado lento, demasiado despacio, una eco sport avanzaba y avanzaba hacia Joan. Demasiado encima, demasiado justo ya, sin darle tiempo para hacer absolutamente nada. Hacer, nada.
Y así, en medio de aquel acto, aquel escena en la que la muerte se disfrazaba de maquina, y Joan, de víctima, todo se vistió de negro, todo oscureció. Tal como de un momento a otro, todo paró, lo que veía Joan, la realidad, desapareció.

jueves, 11 de febrero de 2010

"ESPERO QUE SEPAN APROVECHARME"

Capitulo I: parte 1 : Mañana.

Por debajo del polen de los sureños, Joan repasa las brisas que el rió repara en él. El cielo azul se ofrece como un bello paisaje que acoje su día, los pichones gritan y corren cerca, con superpoderes y temibles luchas, aunque solo midan no más de un metro cincuenta.
En su reloj marcaban las 9:30, y no se lo vio apurado como de costumbre. A pesar del contundente ruido, el humo que habitaba como un nuevo perfume su ambiente y un calor engañaba por espejimos la llegada del colectivo. Él estaba feliz, no sabría contarte porque, o al menos todavía. Ya apoyado en uno de los costados del transporte, observaba finamente a alguno de los pasajeros que lo acompañaban, como le ocurre día a día, esos compañeros de bostesos. Cada uno con sus sueños, con sus felicidades y sus días lluviosos, algunos deslumbrados con un sol que les hablan de héroes y historias fantásticas, que les toman la mano al momento de cruzar la calle y el mundo en el que ellos viven, el mundo de los sueños. Por otro lado, al fondo de los ómnibus, se escucha unas risas bastantes diferentes, un esencia distinta a cualquier otra. Son ellos, mirándose y matándose de golpe, con cada mirada, cada caricia, cada regalo de felicidad y de saber que, en alguien viven. Ella apoya la cabeza sobre el hombro de su prometido, aunque este incomoda, aunque no pueda ver, pero esta con él. El mundo se detiene y alrededor nada existe, nada importa ni tiene color. En esa burbuja, en ese mundo, ella es feliz, y no existe nadie que pueda robarle ese sentimiento, o esos ojos.
Mira a los costados antes de bajar y así lo hace. Cerca de las 10 llego a aquel lugar. Algo modesto, cómodo, como los viejos bares que antes explotaban Buenos Aires, en las viejas épocas, cuando la literatura volaba en el ambiente bajo las alas de esos grandes poetas que aliviaban nuestras vidas, y los cafés, en aquel entonces, era babilonia, su vida, su amistad.