domingo, 12 de junio de 2011

¡No me digan que no es verdad! SI

Magalí junto a su hermanito, Santiago buscaban entre los árboles a Jaime, un sapo que les pareció que les hablo. Magalí no estaba muy convencida de lo que su hermano menor le había dicho, que Jaime les pidió pura y exclusivamente a ellos, dos de los únicos niños que jugaban en ese parque, que se acerquen y les ayude a encontrar algo. Santiago al verlo y escucharlo, fue corriendo tan deprisa como el veloz coyote que, de ir tan pero tan rápido, se pasó del juego donde estaba su hermana. Le contó lo ocurrido y como dije antes, Magalí mucha bola no le dio. <Será que estás imaginando cosas> le respondió la muchachita a Santiago, aunque igualmente lo acompaño. Acariciando el paso mal cortado con sus manitos, los hermanitos trataban de llegar a Jaime, ausente a los llamados de los niños. Hasta que de pronto, el niño creyó escuchar a su verde amigo y pegó un salto, parándose las antenitas de la percepción y concentrándose con su mayor fuerza en escuchar el ruido que no coordinaba con lo que estaban viendo. Y lo volvió a escuchar;<¡Ahi está, ahi está! ¡Viste que no inventó cosas!> exclamó Santiago, exitado por lo que acaba de escuchar. Su hermana, mirándolo con sosobra, lo siguió de pocas ganas y desmotivada. Al cabo de unos 4 o 5 pasos, el chico se detuvo. La cara de entusiasmo se transformo, su sonrisa bien marcada y caricaturizada se fue deformando poco a poco hasta ser inentendible. Por primera vez, se dio cuenta que su hermano no estaba equivocado. Vio lo que creyó que era imposible, que no existía en este mundo y solo los adultos lo decían para ignorarlos y prestarle más atención a su trabajo o a la televisión. Los hermanos quedaron perplejos, con sus rostros flojos, pálidos, un tanto marchitos frente a como se mostraban hace 5 minutos en el parque.
Sí, Jaime, si el mismo Jaime estaba..

J.Daniels y otras yerbas maso

No, no se trata de otra treta más del destino ni de un sin sabor aún mayor que el trago que tomé anoche. Es algo más abarcativo, más lineal y menos temporal de lo que podría imaginar. Si, tal vez sea yo que no quiera pensar en lo que sucede debajo de mis pies y por encima de mis hombros, por lo que creo este espacio paralelo en el cual soy alguien para tí. Alguien al que miras y sonríes. Alguien que tiene ojos, boca, aroma y hasta no muerde. No un mueble en el costado de un hogar, no un número en un legajo o una persona en un bar. Sí, también fui ese hombre. Emborrachandome viéndolos pasar. Sonriendo, disfrutando de uno de los tantos placeres de la vida como es el amor. Para que correr tanto, para que sufrir y atenuarse a las consecuencias de ser lastimados, de que un día ya no seas tan importante. Son cosas que le suceden más o menos a menudo a la gente que no es como yo; que no le importa el qué dirán, ni los problemas que tendrán cuando regresen a casa.
Mi viejo amigo Jack y yo nos amamos, sin nunca separarnos uno del otro. Ya son pasadas las tres y media de la mañana y empiezo a no sentir mis pies. Mi cabeza vuelve a su estado de pausa normal, que es lo único que busco en el transcurso del todo puto día. Es la misma transición de cuando esperas el tren para volver a casa después del trabajo. Desde el momento que salís y hasta que esperas al puto tren, es una mierda. Apoyando el pie derecho en el vagón, viendo como pasa y pasa todo lo que ves todo los días, es la pausa que necesita mi cabeza. Sin nada, sin pensar en nada, más que ver pasar y pasar las cosas, las casas, personas, sin que nadie pueda deternerlas ni avisarles nada. Cuando apoyo el pie izquierdo en la estación donde bajo, volvió a ser una mierda.
Y así son mis días, mis noches y mis feriados. Recluido, veo como la vida pasa y soy solo yo, un espectador de lujo. Veo como se me desgarra la piel en cada noche que la veo sonreír, la veo brillar por encima de todos los demás. Es una de las pocas ocasiones que se bar de poca monta, parece brillar. Entre jazz, mis lágrimas mentales revalzan el vaso de whisky que me aprisiona a otro día igual, otra noche igual. Tal vez un día me vea y sonría, como lo hace con todos los hombres del lugar. Se equivoqué de persona, saludándome como si fuera otra. Le preguntaría que querría tomar, ya que sería una barbarie y una pena que tan bella señorita muera de sed en una noche tan fría como esta. Levantaría el vaso y brindaría por las casualidades, o causalidades del destino, que no siempre esta todo escrito.

viernes, 10 de junio de 2011

caracteres sin nombre.-

ya no quiero ser un hombre
una moda para tu nombre
un cartel para tu sistema
una parca en mi alma..

caracteres sin nombre.-

espera,
¿como será el día que pierdas el control ?
escupiendo a la gente en su rol
de no querer ser como tu

nunca esperes que una ayuda o una respuesta
nunca podrás ser de esa cierta manera
idealista, borracho y loco
solo serás un pobre loco

escapar para vos no es una salida
perecer sin luchar una vida
es lo que quieren que hagas

caracteres sin nombre.-

como pensar que un dia te habrás ido
si no quizé pensar que te habré perdido
que eras lo yo soñe
que eras lo que yo busqué

asustada me sonreis y me decis
"no es lo que pensabas,
yo soy lo que soñabas"


un poco mejor me trata el viento
sin cortarme con lo que siento
sin cuestionarme como soy
queriendome como soy

caracteres sin nombre.-

nunca pensé que así sería
perdí la emocion de mi canción
morí por cosas que no tenian sentido
y asusté al dios alado mio

no fui de los que creo en cosas religiosas
y olvidé que algun día mate por ellas
puedo envegecer pero sin nunca pensar
que algún día tendré que confesar

creer no es mi obsesión
sino de tratar de vivir mejor
en el cielo, como en el infierno

sábado, 4 de junio de 2011

Baila, O disparo. 1º Parte. SI

Son las 10 a.m en la ciudad del norte. El miedo y la desasón no para de inyectarse por las venas de la ciudad Metrópolis de la capital. Por las angostas calles y pasajes, vendedores de alma y pactos extracelestiales intercambian barro por dinero. Sus devotos seguidores no son más que pollitos pilluelos de no más de 16, 17 abriles y muchas noches de sangre. Pasada la medianoche y ya con el sol pansa arriba y la luna como complice, empiezan a agitár sus negras caderas transmitiendo el ritmo del carnaval por todo su cuerpo. Su carnaval. Su danza de balas a mansalva, de la compañera noche alumbrada por la detonación de sus cañones. La gira demandará todo lo necesario, hasta llegar a aprovechar hasta el último gramo de oscuridad. Sin rumbo fijo ni preferido, la comparsa buscar el lugar para hacer su número. Sin discriminación, sin raza, sin preferencias. Para ellos todos son iguales. Todos son iguales frente al señor, todos son iguales frente a La Muerte.

Ellos no son malos, no son culpables. Son victimas. Son la culpa de nacer en el lugar equivocado en el momento equivocado. Ellos no eligieron tener que vivir con 6 hermanos más sin un padre en una habitación para todos ni escuchar y ver pasar balas entre harry potter y sus dibujos entre sus sueños. No son culpables de ser hijos del hambre y padres del paco. Su vida es totalmente carpe Diem: disfruta el día, disfruta tu vida, que mañana no sabes si vas a seguir bailando.

Por orden de su padre, deciden irse pa' el baile, despidiendose de sus hermanos como cada noche, explicándoles que se van y que en un ya llegan. Sin miedo a lo que puede pasar, sin miedo a lo desconocido, suben a su carrosa de exposición, que el día anterior se la auto-regalaron. Los 4 hermanos unidos, juntos, codo a codo, con la ultima caricia del cielo, se sienten uno solo, e indestructibles.

Él maneja y dirige los hilos de esta orquesta: El polaco "Martín". Señalado de esta nación por su tez blanca y sus ojos supuestamente grises, dicen "supuestamente" debido a que nadie puede llegar a comprobarlo por la negra vicera que tapa todo el sol de sus días. En el asiento de copiloto esta el capitán Maltés, apoderado así debido a su parecido físico con el héroe de historietas y por su valentía.
En los asientos traseros, están los gemelos Martinez de Hoz, odiados y respetados por todo el barrio por su baja descendencia. Ellos todos juntos forman el grupo de la Triple MMM, que en nombre del narcotráfico y del servicio socio-económico de la República Argentina, se preocupan y encargar que la cosa funcione y el país este en movimiento, en ritmo, bailando.