Duros fueron los llamados, las noches de tormenta eléctrica y las pesadillas que acechan mi habitación en cada uno de estos días. Después de quebrarse el alma, de desalojar esta
felicidad que no pude alquilar, pierdo una vez mas, la batalla con casi todas mis armas.
Trate, si, y de verdad lo intente. Intente crear un nuevo mundo, una nueva realidad y una manera de tener otra perspectiva de las cosas. No fui de los mejores, de los que se destacan por encima de los demás, ni uno de los mas capaces, pero aunque sea, fui yo. Tras estar casi consumida la derrota, de sentir el plomo en mi pecho y sentir que me queda poca vida, creo que aun quepa una mísera posibilidad de revertir todo esto. Aunque pareciesen, no fue en vano cada tarde, cada noche, cada momento de mi vida dedicado pura y exclusivamente a eso. Será que a salido mal, que no fue lo que creíamos. Será que tal vez algo nos dice hoy es el fin, y tal vez mañana el comienzo. Será que tal vez algo nos dice que luego de tocar fondo, todo empieza a mejorar. Que podrás llegar a casa sin despedidas ni tristezas. Que puedas envolverme al ritmo de lo que tu corazón quiere de mi, que puedas no dejarme caer nunca mas.
Posibilidades. Son las que nosotros queremos o no aprovechar. De decidir si dar o no nuestro todo frente a lo adverso, o ya de una vez caer de rodillas y esperar que nos rematen.
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