sábado, 27 de abril de 2013

Me cuida la espalda del que quiera gobernarme el corazón

Me cuida la espalda del que quiera gobernarme el corazón


Me perdieron, me perdí. Me caí en la vacilación de no volver a encontrarte, asfixiado por la mano de la corrupción, del dinero, de la incredulidad del vil metal. Los escuché pidiendo justicia, envenenados por la inoperancia del funcionario de turno. Los escuché. Escuché a los ecos de la censura drenándose por los medios inoperantes gracias a los panelistas de la ignorancia y el oportunismo del morbo. Observé los guiños en tribunales, la cara más falsa del rock y como me quieren contar lo que jamás podré olvidar.
También recordé a un león pidiendo minuto y un matador estallando por la angustia, la agonía, la sed de justicia de más de veinte mil homenajeando a 194. Ojalá que pueda escribir en un futuro que sea imposible ver tocar a los Stones en Cemento, y no seguir contemplando a mi barrio, a mi vida, rehén de los barrotes.

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