A veces se siente como que ninguna colcha pueda abrigar el frío que sufre el ser humano al sentirse abandonado. No existe mensaje, llamado ni almohada que pueda ayudar para amortiguar este dolor. Para encontrar alguna respuesta al ¿Qué fue de tu vida?¿Qué ha sido de la mía?. Ya no te veo en los desayunos con tu corte más salvaje ni contenedor, y tampoco recuerdo lo que es odiar las despedidas al separarnos por el trabajo. El colectivo es el Loreans en el que me embarco habitualmente. Viajo al pasado para entender que fue lo que salió mal, y al futuro sobre como podía haber sido.
Hora tras hora, la rutina me encañona con plomo las costillas y me envenena la cabeza como los programas amarillos de la tarde. Busco por esas cosas de la vida, del destino y hasta de mis recuerdos, encontrarte en algún bar o parada de colectivo, para preguntarte como te ha ido, si has tenido chicos o si la vida te trató tan para la mierda como a mí. Huí, huyo a lugares a donde ni yo mismo pudiera encontrarme. Pierdo el tiempo entre recados de momento y sin proyección, y programas que cultivan las sensaciones exteriores que rápidamente desaparecen. Vacio, recorto mi tiempo en la cafetería de la facultad para desembolsar mi vianda de comida vieja y fría con los libros como mi única compañía. Tarde o temprano, los dos ya nos dimos cuenta que nos odiamos mutuamente.
Los días y las películas ya no saben igual. Puedo perecer en la discusión de que él es o no un estúpido, o ella demasiado rápida. Podía. Ahora hasta me gustaría perder.¿Quién no pudiera amar las discusiones de la valoración de la película en el viaje de vuelta?o tal vez manejar lo más despacio posible para hacer que la inevitable despedida se retrase un poco más. Así, día tras día, noche tras noche, veo como pasa de largo la vida y usted. En el reflejo del vidrio de la barra, nos veo allí riendo como la primera vez, soñando mundos mejores, escribiendo en servilletas de papel un deseo para construir un castillo de pasiones. Ya me vestí de héroe y te rescate de inutilidad y corrupción del gobierno amarillo en una Juan B Justo bajo el agua.
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