jueves, 15 de enero de 2009

Leon parte XVII : Y los miro bailar.

Te extraño, asi simplemente como suena y lo es, te extraño. No puedo besar tu frente, acariciarte con este brazo de yeso, maltrecho en estos momentos. Saber que, no hace tanto, estuviste aqui y me diste respiro, mientras yo vagaba por otro mundo buscando mi destino. Como tenerte tan cerca, y tan lejos, como la realidad me esquivo y se olvido de mi. Esto es lo que ve un hombre solo cuando, cuando mis recuerdos la ven pero yo no a ella. Donde estarás, quien te hara la cena esta noche? O a quien se has de servir?..no importa. Volviste, de una manera extraña, pero aun lo hiciste. Extraña fue la forma, pero apareciste, el destino estuvo de mi lado esta vez, el accidente, el llamado..casualidad o causalidad? Que él me lo responda..
Afuera, llueve, los algodones se quejan y lloran, estan tristes, algo los tiene tristes. Al ver llover, veo por la ventana, viejos fantasmas hablando, prometiendose amor eterno y ninguna despedida, perdidos ciegamente, se juraban cruzar las piedras de fuego descalsos, caminando, no corriendo, y juntos. Y llovia sobre ellos, y con un beso, cellaban el pacto. Tan serenos, tan rigidos y dulces a la vez, deciden bailar, dedicarse una melodia y reir mutuamente. Así, todos mojados y sin ninguna explicación: se sonrien y rien, sin ninguna explicación alguna.
Ella se le ha ido una vez más, pero dejando una mapa para llegar a la tierra prometida y así descubrir el tesoro más preciado que yace oculto en medio de la propia tierra..

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