martes, 27 de noviembre de 2012


Somos espejos parlantes que vivos en la zonas más bajas de los suburbios de la ciudad. Bajamos a nuestro propio inferno por la escalera de las pastillas, el alcohol y el crack. No tenemos donde ir ni a nadie le importa. En un graffiti puedo señalar todo lo que me falta por vivir mientras ellos se ríen de mi. La ciudad de los muertos nos llaman por vivir por debajo de lo más abajo de la sociedad, hasta dicen que ya abriremos nuestro primer sindicatos de drogadictos y estafadores. A mi no me importa si a ti tampoco te importa. Y así elegimos reunirnos por el fuego, por la oscuridad que invaden y hacen arder a nuestro pies cuando nos dicen que el cielo siempre nos comprenderá. Entre la comedia y el drama vivimos o tratamos de hacerlo a nuestra manera. No me importa, no me interesa lo que vos y tu sociedad piense de mí. Me crucifican por ser un perdedor, un fracasado de la vida que no pudo completar ni complacer las necesidades autoritarias de un aspecto de los seres humanos que va más allá de la escencia de cada uno. A menudo mi mundo empieza a girar y nunca acaba, dejandome mareado sin saber para donde correr. Y muero, y vuelvo a morir creyendo en tus mentiras. Cigarillos, amor desgarrador y un poco de pop y pastillas. Son pocas de las cosas de las que hago y puedo llegar a hablar. No seré el mejor ser humano pero es mi manera de vivir. Ni ser afixiado por la televisión ni de noquearme por lo que dicen los medios y los diarios. Eso no va conmigo. Eso es lo que ellos quieren que yo sea. No me importa. Aquí abajo somos diferentes. Algún día en esta vida seré un soñador, buscaré un futuro mejor y tal vez tenga un trabajo digno, pero no será este día. Ya me cansé de dormir en la sombra de la indignación. De vivir de la arrogancia y mutilación de pensonar que no saben conformar una buena melodía. Escudados del sueño americano, de decirte lo que tenés que hacer y pensar, me obligan a sujetarme la cabeza y gritar...BASTA! No me importa si a vos no te importa. Sobrepasa los pocos límites que me quedan de cordura tu total indiferencia y manipulación de lo que poco que queda de nosotros. Me da asco la manera frenética en la que se basan para realizar sus actos. Censura, extorsión, contrabando son los valores morales que predominan bajo los lemas y dilemas de sus banderas. Así, un día, la ciudad de los muertos, será la nación del fuego. Caerán bajo nuestras propias armas al hacernos creer que la nada misma merece más respeto que nosotros. No se trata de un grito punk ni de grupos adolecentes anti-sistemas. Se trata de exclusión. Bajo los suburbios, aprendí a odiar, a lastimarme a mi mismo, cuando en la televisión decían que robar era malo, y asaltaban de trajo y corbata a ancianos en base de organizaciones legales. Llegará el día en que el drama y la comedia cambien de roles y los polos sean opuestos. El día donde podré verte a la cara y escupir bajo tus slongans cool y facistas, aclamada por la ignorancia, el clero y los idiotas. Probablemente mi alma acompañe a cada una de las personas en ese día de lucha, porque seguramente ya estaré muerto en ese momento, seguramente en un lugar mejor. No me importa si a vos no te importa, pero tu día de ejecución terminará hoy.

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